En Torno a Casa Pintueles  por Carlos de Orduña Borrero

Corría el año 1850. El gobierno español dividía a Puerto Rico en siete comandancias militares que comprendían 67 municipios. Uno de ellos, el de Ciales, estaba a punto de celebrar los treinta años de su fundación ocurrida en 1820.

En ese mismo año de 1850, un asturiano muy emprendedor llamado Manuel Fernández Alonso, estableció una casa comercial, con el propósito de dedicarla a la exportación del café. Este renglón comercial, que llegaría a alcanzar en su época dorada, (el último cuarto de siglo) una enorme importancia económica en todo el país, trajo a su vez a la casa fundada por Fémandez Alonso, una prosperidad que se acentuó al dedicarse, en una importante diversificación comercial, a otros negocios como prestar dinero, haciendo de banco, vender útiles de labranza, productos alimenticios, semillas y otros artículos esenciales para el desarrollo agrícola. Con ello, la casa comercial, pasa a controlar el crédito y la distribución, y el mercadeo de productos en la región de Ciales.

Pocos años antes, en 1837, se había establecido en Puerto Rico la Junta de Comercio, efemérides ésta de gran importancia en la naciente economía del país, siendo también, hacia esos años que cubren la primera mitad del siglo XIX, cuando se hacen los primeros intentos para establecer instituciones bancarias, llegándose a establecer una firma entre 1850 y 1853 que no prosperó debidamente. Es por estas circumstancias que la casa comercial fundada en Ciales, se benefició al fungir como banco
regionalmente.

Al comienzo de la década de 1860, Femando Pintueles, asturiano, se casa con una hija del fundador y pasa a ser dueño de la próspera casa comercial que, desde ese momento se llamará Casa Pintueles, nombre éste con el que ha llegado hasta nuestros días. Con nuevo dueño y nuevo nombre, la casa siguió prosperando, ampliando su ámbito comercial de tal manera que cerca ya del final de siglo, trascendía los limites regionales para influir y repercutir en la vida económica y social de todo el país, llegando a tener sucursales en La Habana y en ciudades de España y otras naciones europeas.

La vida de Casa Pintueles llegó hasta el año 1970, pero su importancia y poderío económico fue disminuyendo en nuestro siglo, debido, principalmente, al predominio de la industria de la caña de azúcar sobre el café y el comienzo y posterior auge de la banca en Puerto Rico.

En 1990, se cumplieron por lo tanto, 140 años, casi siglo y medio, del aquel ya muy lejano 1850 en que se fundó nuestra Casa Pintueles, y hacia ella, en todas las ocasiones en que vamos a Ciales, se encaminan nuestros pasos. Pintueles es ya, por derecho propio, y por deci-sión nuestra, símbolo de la tradición histórica de Ciales y bandera de unión y de propósito firme hacia su restau-ración. Tenemos, por lo tanto, dos frentes de lucha cul-tural que están unidos indisolublemente: lo histórico y lo ecológico; la tradición y el ambiente; nuestras raíces (lo que fuimos) y la naturaleza (lo que legaremos a nuestros descendientes).

Nota del editor: El autor es oficial a cargo de la creación de nuevas zomas históricas del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
 
 
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